Lo que no puedo contar..

"Viajé, amé perdí, confié y me traicionaron." El nombre del Viento

lunes, 2 de enero de 2012

Sensaciones...

En realidad no tengo ganas de escribir, pero me apetece hacer de nuevo metáforas con escenas y objetos, comparar sentimientos con algo material, al igual que sensaciones, me encanta que la gente se imagine sensaciones mediante palabras, es demasiado difícil cuando no sientes nada, ¿no? 
Primera sensación: eso que sientes cuando estás sentado comiéndote una hamburguesa con tus amigos de risas y te paras a pensar en lo mucho que los quieres...Es algo que no tiene precio.
Segunda sensación: eso que notas cuando caminas por la calle cantando en voz alta con tu cabeza en otra parte y la gente te mira, sin juzgarte se quedan pendientes, te das cuenta, desafinas y sonríes...Eso tampoco tiene precio.
Tercera sensación: eso que te entra por el cuerpo cuando estás sentada en cualquier lado mirando al cielo y se sienta alguien a tu lado y te pregunta a qué miras y no sabes qué decir...Eso tiene un precio infinito.
Cuarta sensación: lo que notas al estar tranquila pendiente de algo o alguien y de repente te asustan por la espalda apretándote de tal forma que no sabes si te ha asustado o te ha echo cosquillas, pero se te acelera el corazón de todas formas...eso, eso es lo mejor del mundo.
Quinta sensación: Eso que notas al estar en tu cama, aún con los ojos cerrados y meter la mano debajo de la almohada después de tener un buen sueño y estirarte...eso es lo mejor que me podía pasar cada mañana.
Sexta sensación: cuando estás escuchando la radio y ponen la canción que te gusta y sonríes sin saber a quién...me siento bien.
Séptima sensación: eso que sientes al mirar la hora del móvil y ver un mensaje de ella cuando vas caminando y encontrártela de frente.
Octava sensación: todo lo que sientes al ir a un sitio donde no hay nadie y gritar hasta que te quedes sin aire, hasta que no tengas más fuerzas, reírte con todas tus ganas y volver a respirar.
Novena sensación: estar parada frente a cualquier sitio y que te abracen por la espalda...no tiene precio, os lo prometo.
Décima sensación: llegar a casa después de estar cansada de todo el día y ducharte estando media hora debajo de agua caliente escuchando música...lo mejor que inventaron.



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